miércoles, 6 de mayo de 2009

París, Te amo !



Ayer en clase de Documentación Informativa (nos tocaba en el aula de los ordenadores) me puse a buscar fotos de la ciudad mas bella y romantica que he conocido hasta el momento : París. Evidentemente no es que estuviera renegando de mis obligaciones, sino mas bien fue puro entretenimiento, para evadirme de algunas personas que en aquel instante me estaban incordiando mas de lo debido, mas de lo habitual. Aparte no había nada que hacer, pues mis trabajos los habia enviado todos y no había ningun problema.


Me puse a recordar, a volver a recorrer los lugares por donde mi hermano, sus amigas y yo pasabamos los días.


A veces me sorprendo a mí misma al olfatear un olor, recordandome " vaya, asi olían los panes de París ". Es tanta la nostalgia que siento, que necesito compartir con alguien todo ello. He estado dos veces allí. La primera vez que me enteré que ibamos me volví loca de la alegría, salté, chillé, abracé y besé a todo el mundo: había sido mi regalo de cumpleaños por parte de toda mi familia, y lo cierto es que no me pudieron hacer uno mejor.


Recuerdo ahora como si todo aquello fuera un sueño, los nervios que sentí cuando llegué al aeropuerto. Los que seguía teniendo cuando esperaba que mi hermano se cambiase, o los que aún rondaban por mi estómago cuando la compañera de trabajo de mi hermano y su sobrina no llegaban.


Pero llegaron. Yo estaba expectante, muy emocionada, feliz por esos momentos. Creo que han sido de los pocos momentos de mi vida en los que he sentido que el mundo no podía ser más perfecto, que giraba en armonía conmigo, que me trataba bien y yo estaba muy agradecida por ello.


Hicimos escala en Madrid. Una tarde con su noche nos quedamos en esa gran ciudad que tampoco duerme. Y fue una tarde que no podíamos desaprovechar. Recorrimos la zona mas centrica. Cuando tienes unos cuantos años menos te das cuenta de lo poco (o menos que ahora ) que te fijas en las cosas cuando eres feliz. Sé que llegamos desde el hostal donde dormimos ,bajando por una misma calle, hasta la mismísima Cibeles. Visitamos el Oso y el Magroño, Sol por supuesto y Gran Vía. ¡Que grande era todo aquello!. Y volvimos al hostal, para acostarnos y levantarnos muy muy temprano (sobre las 5 de la Madrugada). Cogimos un taxi hasta Barajas y de allí salimos rumbo a París.


"Orly ", que bello era.¡ Y eso que sólo era el aeropuerto!.


No se puede describir con palabras aquella ciudad de la luz. Se deben recorrer sus calles. Oler sus aromas, ir a un "pettit café", mirar con nostalgia desde el Pont Neuf las parejas que con pasión se besan.


Admirar la historia, transformada en Torre, o en Palacio.


Sin embargo, lo que mas me ha emocionado, fue, la segunda vez que viajamos a mi queridisima ciudad: Era de noche, sentados y muertos de frío esperabamos que el "Bateaubus" (traducido sería barcoautobus) nos condujera por las frías aguas del Sena, para recorrer la ciudad entera en unos momentos.


París de noche es igual de hermosa, sus luces resplandecen mucho más que otras. Te atraen, te raptan y nunca nunca te dejan escapar.


Mientras un hombre nos hablaba de "la citée" como cualquier guía que cumple con su trabajo, yo observaba por los cristales esa aura que tiene París. En aquellos momentos, mientras pasabamos por "Notre Dame" y el guía continuaba hablando de Victor Hugo, sonó en mi traductor (si lo confieso, no soy tan buena como para no usarlo ) "La vie en rose". Me emocioné profundamente, y desde ese día admito que esa canción siginifica mi París querido. Sólo allí tiene sentido esta canción. Sólo allí sus notas te embriagan de tal manera que finalmente acabas enamorado de ella.


A veces cierro los ojos mientras escucho la voz desgarrada de Piaf y viajo de nuevo a la cultura bohemia, a la pasión, al amor, al arte que sólo París posee.


París es un sueño y yo soy una persona dispuesta a soñar para toda la vida.


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