martes, 12 de enero de 2010

Improvisación

Cuando se dió la vuelta en la cama , volvió a despertarse.
El propio ruido de los muelles le había despertado de una ensoñación, una fantasía demasiado bonita para ser cierta.
Volvió a girarse , ya no podía volver a dormirse.
Miró el reloj, solo eran las cinco y cuarto de la mañana, asi que decidió levantarse y preparse un buen café.
En la tele no echaban nada interesante, y de repente sintió realmente lo que era la soledad.
La casa vacía, sin ningun ruido que pudiera desvelar que había alguien viviendo allí, las paredes blancas que se hacían cada vez mas grandes y a la vez tan pequeñas...
Cogió las llaves del coche y salio a dar una vuelta. Pensó que tal vez, un paseo a esas horas le aclararía las ideas, le harían reflexionar sobre lo que había ocurrido en unos pocos meses.
Tenia treinta años y todas sus acciones habían sido correctas. Nunca dudo al pensar que era lo mejor para sus intereses.
Era una virtud, defecto quizás para algunos, pero siempre había ocurrido de esa manera. Lo habían enseñado a ser de esa forma desde pequeño : el deber siempre es lo primero.
Por eso, el sentido del deber le había hecho casarse con apenas veinte años. Su novia se había quedado embarazada cuando llevaban un año de relación.
También la quería, claro que sí. Y durante cinco años fueron felices con su hija .
Sin embargo, un hecho entristeció sus vidas para siempre : un día la niña jugaba en el parque. Su madre había ido a por unos helados, Era un día caluroso de verano, y la gente se tostaba al sol. Por ello no se dieron cuenta de lo sucedido. La niña jugando en el columpio se cayo y se partió la columna.
Desde ese día la llama de su relación se fue apagando, y lo que antes eran pequeños detalles de la convivencia se fueron convirtiendo en motivos de grandes peleas que nunca llegaron a solucionarse.
Dejaban que el rencor se instalara en ellos y hacían como si no hubiera pasado nada. Ya ni siquiera existía el contacto fisico con el que desfogarse por las noches. No se tocaban, no sentían la necesidad de estar con el otro.
Los dos sabían que el otro tenía un amante, pero lo dejaban pasar, eran mejor las apariencias que lo que sentían realmente .
Por eso, no es de extrañar que se dirvociaran al cabo de otros cinco años mas.
Justo seis meses atrás, intentó volver con ella, fue a su residencia, quiso llevarle un ramo de flores, incluso ya tenía el dialogo preparado para volver con ella, y sin embargo, se echó atrás.
Su cobardía le impidió por una vez hacer lo que le dictaba realmente el corazón.
Y ahora estaba solo, solo y con un trauma craneal mortal, en apenas tres meses moriría .
Esa misma noche soño o mas bien imaginó despierto que estaba con su hija, su mujer le hablaba y ´le perdonaba por todo, volvían a ser una familia feliz.
En todo esto pensaba mientras conducía, y finalmente llegó a la conclusión de que una vida sin amor no es vida. Y hacía tiempo que él ya estaba muerto . No quería prolongar esa muerte mental, quería llegar a la fisica.
Estrompo el coche contra una farola. Murió, y aun así el sentimiento de soledad nunca le abandonó.

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